Por Universidad de Harvard
El miedo a perder la memoria y la capacidad de razonamiento es una de las mayores preocupaciones del envejecimiento. Tal vez sea esa la razón detrás del creciente número de clínicas que ofrecen programas de entrenamiento cerebral. El «entrenamiento cerebral» no es un programa de ejercicios típico; incorpora una serie de actividades y cambios en el estilo de vida para ayudar a mejorar la función cerebral.
«La gente viene con problemas para acceder a las palabras o los recuerdos o para tomar decisiones, y vemos que mejoran, aunque no podemos decir que se deba a una sola terapia», dice el neurólogo Dr. Alvaro Pascual-Leone, director del Programa de Entrenamiento Cerebral del Centro Médico Beth Israel Deaconess afiliado a Harvard.
¿Qué implica?
Un programa típico de entrenamiento cerebral incorpora lo siguiente.
Ejercicio físico
«El ejercicio aumenta la actividad en partes del cerebro relacionadas con la función ejecutiva y la memoria, y promueve el crecimiento de nuevas células cerebrales. Pero la mayoría de nosotros no trabajamos lo suficiente para percibir los beneficios. Hay que esforzarse, y eso requiere que se le autorice a hacer ejercicio y que se use un monitor para llevar la frecuencia cardíaca a una zona determinada. La frecuencia cardíaca es diferente para cada persona y la supervisamos», dice el Dr. Pascual-Leone.
Entrenamiento cognitivo
Se trata de ejercicios para mejorar las habilidades de pensamiento que utilizan juegos de computadora o de video y que lo impulsan a agudizar sus tiempos de respuesta y atención. ¿Funciona? Ha sido difícil demostrar que el entrenamiento con computadora funciona. Los estudios han sido dispares. Es difícil demostrar que las áreas de mejora en un juego se traduzcan en actividades diarias. El entrenamiento con computadora por sí solo no funciona.
Nutrición
La dieta que parece tener más evidencia de promover la salud cerebral y reducir el riesgo de desarrollar problemas de memoria es la dieta mediterránea. Incluye granos integrales, frutas y verduras, y grasas saludables provenientes del pescado, los frutos secos y los aceites. También incluye la adaptación de la ingesta de calorías. «Hay una gran cantidad de investigaciones que sugieren que no comer lo suficiente es malo para el cuerpo y el cerebro, pero comer en exceso también es malo. Por lo tanto, parece que comer lo suficiente para mantener un peso saludable puede ayudar con la cognición», dice el Dr. Pascual-Leone.
Dormir mejor. Dormir mal puede socavar la cognición. Recuperar el sueño puede ayudar. Los programas de acondicionamiento cerebral generalmente buscan causas subyacentes de la pérdida de sueño, como un efecto secundario de medicamentos, apnea del sueño (cuando una vía aérea bloqueada durante el sueño hace que deje de respirar periódicamente) o una vejiga hiperactiva que interrumpe el sueño para ir al baño.
Meditación
«La meditación o ejercicios como el tai chi parecen aumentar algo llamado reserva cognitiva», dice el Dr. Pascual-Leone. Esa es la capacidad del cerebro de cambiar entre diferentes tareas, asignar recursos y manejar factores estresantes inesperados de una manera que nos permite enfrentar mejor la vida cotidiana.
Encontrar un programa
Los hospitales y los centros de investigación ofrecen programas de acondicionamiento cerebral, y también lo hacen los consultorios privados. «Lo ideal es que se trate de personas que lleven mucho tiempo haciendo esto y que ofrezcan un enfoque multidisciplinario, con un neurólogo, un psicólogo, un trabajador social, un fisioterapeuta y un dietista», afirma la Dra. Pascual-Leone.
Tenga cuidado con las promesas de curas y no dé por sentado que si le va bien con un videojuego, estará mejorando. «Si hace una cosa a menudo, mejorará en esa única cosa. Pero lo que quiere es mejorar en la actividad diaria, no sólo en la clínica», advierte la Dra. Pascual-Leone.
Busque programas que midan los efectos biológicos del entrenamiento y expertos que le expliquen los resultados y cómo le ayudará la información.
Potenciadores instantáneos de la memoria
No es necesario acudir a una clínica especializada para empezar a trabajar en la potenciación de la memoria. Pruebe estos trucos para recordar:
Nombres. Cuando conozca a alguien por primera vez, asocie el nombre con una imagen. Luego, utilice el nombre de la persona en la conversación.
Dónde pone las cosas. Siempre coloque los objetos que utiliza con frecuencia, como las llaves y los anteojos, en los mismos lugares. En el caso de los demás, diga en voz alta dónde los puso.
Cosas que le diga la gente. Pídale a la persona que hable lentamente, para que pueda concentrarse mejor; repítase lo que dijo la persona y piense en su significado.
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Fuente: https://www.health.harvard.edu/mind-and-mood/a-workout-for-your-brain
