La conexión real entre el estrés y las enfermedades cardíacas, y qué hacer si estás bajo demasiada presión.

Está atrapado en el tráfico, llega tarde a una cita importante. Tu respiración se acelera. Tu corazón se acelera. Tus músculos se tensan. A medida que aumenta su ansiedad, es posible que incluso sienta que está a punto de sufrir un ataque cardíaco.

Lo que está experimentando es el fenómeno que el fisiólogo de Harvard Walter Cannon alguna vez denominó la respuesta de «lucha o huida». En una situación estresante, su cuerpo libera una avalancha de sustancias químicas como el cortisol y la epinefrina (adrenalina), que lo preparan para la acción. Si el auto que está frente a ti se incendiara, estarías listo para saltar de tu auto y huir. Pero la reacción es contraproducente cuando estás esperando en el tráfico.

El estrés crónico, ya sea por un viaje diario ahogado por el tráfico, un matrimonio infeliz o un jefe autoritario, se ha relacionado con una amplia gama de efectos nocivos para la salud. Puede interferir con su estado de ánimo, sueño y apetito. Pero, ¿puede el estrés causar enfermedades cardíacas?

No hay duda de que el estrés puede ejercer efectos fisiológicos reales en el cuerpo, incluido el corazón. Esto es más cierto en el caso de estrés severo y repentino (agudo). Las personas que han recibido noticias traumáticas, como la muerte de un niño, han sufrido, en raras ocasiones, un ataque cardíaco inmediato. «Esto no es solo un ataque de ansiedad. Cuando se les realiza un procedimiento de cateterismo cardíaco, una arteria que antes estaba abierta ahora se cierra», dice el Dr. Deepak Bhatt, director del Programa Cardiovascular Intervencionista Integrado en Brigham and Women’s Hospital.

La afección se conoce como «síndrome del corazón roto» y es mucho más común en las mujeres, incluso en aquellas sin antecedentes de enfermedad cardíaca, dice el Dr. Bhatt.

Estrés del día a día

El síndrome del corazón roto es un ejemplo del daño cardiovascular que puede resultar de una forma grave y aguda de estrés. Pero, ¿qué pasa con el estrés cotidiano, como el tráfico en las horas pico, las tensiones matrimoniales y las molestias en el trabajo? La conexión entre estas formas crónicas de estrés y las enfermedades cardíacas no está tan bien definida. «Creo que la opinión convencional es que el estrés es malo para el corazón, pero los datos son mucho más confusos», dice el Dr. Bhatt.

Se ha sugerido que el estrés desencadena la inflamación, un conocido instigador de enfermedades cardíacas, pero eso no ha sido probado. Sin embargo, el estrés puede influir en las enfermedades cardíacas de formas más sutiles. «El estrés hace que algunas personas actúen de maneras que aumentan su riesgo de enfermedad cardíaca», dice el Dr. Bhatt.

Por ejemplo, a menudo las personas recurren a alimentos reconfortantes, como pizza, pastel y galletas, cuando están estresadas. Estos alimentos ricos en grasas y colesterol contribuyen al daño arterial que causa ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. El estrés también puede llevarnos a otros comportamientos que dañan el corazón, como fumar y beber demasiado alcohol.

«Creo que el estrés conduce a la enfermedad cardíaca, pero creo que es a través de estas vías establecidas», dice el Dr. Bhatt. Romper la conexión, entonces, es una cuestión tanto de aliviar el estrés como de controlar los hábitos poco saludables que desencadena.

5 formas de controlar el estrés y ayudar a su corazón

¿Quiere cambiar su estrés y ayudar a su corazón en el proceso? Pruebe estos cinco sencillos consejos.

Mantente positivo. Las personas con enfermedades cardíacas que mantienen una actitud optimista tienen menos probabilidades de morir que las que son más negativas, según la investigación. El solo hecho de reírse bien puede ayudar a tu corazón. Se ha descubierto que la risa reduce los niveles de hormonas del estrés, reduce la inflamación en las arterias y aumenta el colesterol HDL «bueno».

Meditar. Se ha demostrado que esta práctica de pensamiento centrado en el interior y respiración profunda reduce los factores de riesgo de enfermedades cardíacas como la presión arterial alta. Cualquiera puede aprender a meditar. Solo tómate unos minutos para sentarte en un lugar tranquilo, cierra los ojos y concéntrate en tu respiración. Los parientes cercanos de la meditación, el yoga y la oración, también pueden relajar la mente y el cuerpo.

Ejercicio. Cada vez que hace actividad física, ya sea que salga a caminar o juegue al tenis, su cuerpo libera sustancias químicas que mejoran el estado de ánimo llamadas endorfinas. El ejercicio no solo elimina el estrés, sino que también protege contra las enfermedades cardíacas al reducir la presión arterial, fortalecer el músculo cardíaco y ayudarlo a mantener un peso saludable.

Desenchufar. Es imposible escapar del estrés cuando te sigue a todas partes. Corta la cuerda. Evite los correos electrónicos y las noticias de televisión. Tómese un tiempo todos los días, incluso si son solo 10 o 15 minutos, para escapar del mundo.

Encuentre su propio camino para aliviar el estrés. Tome un baño de burbujas, escuche música o lea un libro. Cualquier técnica es eficaz si le funciona.

 

El ejercicios es una manera excelente de liberar el estrés, cada persona tiene un ejercicio que le beneficia más que otro, probar con diversas disciplinas es lo recomendable para encontrar tu ejercicio ideal, en el Templo Shaolin encontrarás clases de Kung Fu, Tai Chi y Qi Gong con diversas sedes en la CDMX y Toluca, visita la siguiente página para ver los horarios y ubicación:

 

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Fuente: https://www.health.harvard.edu/heart-health/stress-and-your-heart